viernes, 11 de junio de 2010

Nine

Sólo me queda decir, grazie signore Rob Marshall por unir a seis divas en una sola voz por un solo maestro que hace de ellas el poder y la perdición de todo hombre y las convierte en el estilo y esencia del cine italiano, sin duda uno de los mejores de todo el globo terráqueo. Pese al encanto del film he de decir que un hilo argumental no habría ido mal. La interpretación de las siete actrices en las que se centra la película es excepcional, con un atrezzo -incluyendo vestuario, peluquería y maquillaje- realmente atractivo. El problema son los números musicales, que a excepción del de Claudia Jenssen (Nicole Kidman) todos se desarrollan en el set de rodaje de la "no pelicula" del gran maestro Guido Contini (Daniel Day-Lewis). El objetivo de la película parece ser dar a conocer la capacidad vocal de las actrices de entre las cuales tan solo destacan la musa Jenssen, Saraghina (Stacy Ferguson, "Fergie") la prostituta del pueblo en el que creció Guido y la reportera americana Stephanie (Kate Huson) que pese a que su voz suena, en cierto modo, algo contemporánea rompe con la monotonía en la que desemboca la película en alguna escena.

Nine es sencillamente una producción magnifica de la cual es posible que el espectador espere algo más -igual que de la aclamada Fama- en lo que a números vocales se refiere. La escenografía es tan deslumbrante como el estelar reparto que incluye, además de las anteriormente nombradas, a Penélope Cruz, que encarna a Carla la amante de Guido, a Sophia Loren, como la madre ya fallecida del gran Guido, a Judi Dench, la encargada de diseñar el vestuario de todas sus películas y Marion Cotillard, que encarna a Luisa, la mujer del maestro del cinema italiano.

Los veteranos guionistas Michael Tolkin y Anthony Minghella hacen un trabajo espectacular al adaptar un guión escrito para el estreno en 1982 de un musical en Broadway que a su vez ya era un remake de 8 1/2 de Fellini introduciendo nuevos números musicales en un film que dura aproximadamente 1 hora y 45 minutos. Posiblemente, si Nine hubiera tocado la cumbre del éxito como lo hicieron Moulin Rouge o Chicago, esas casi dos horas hubieran resultado ser 30 minutos de disfrute intenso, y no lo fueron.

Kate Hudson, in-cre-di-bi-le.

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