sábado, 15 de octubre de 2011

Y cada loco con su tema



Las locuras solo las entendemos los locos. Los cuerdos no aceptan que no son parte de nuestro mundo y se indignan.
Para un loco no hay nada mejor que encontrar a alguien tan loco como él mismo, alguien con quien compartir mil locuras. 
A veces, cuando los locos se pierden mutuamente, enloquecen hasta tal punto que la locura deja de ser un juego para pasar a ser un hoyo en que te vas hundiendo cada día un poco más.
Mi consejo es que nunca ames a un loco si aún te mantienes cuerdo. 
Sin darte cuenta perderás la cabeza.

domingo, 2 de octubre de 2011

Querer odiarte y odiar quererte.

No hay nada que me agote más que el hecho de deber odiarte. Deber odiarte, que no querer hacerlo.
Jamás he querido odiarte.
Nunca he llegado a odiarte aunque pensara que realmente lo hacía. Solo he querido quererte. 
Mi corazón siempre ha querido hacerlo. 
Cuando yo empecé a pensar en que quizá lo hacía él ya llevaba meses queriéndote. Deseándote, intentando atraerte. 
Ahora es mi cabeza la que sentencia que debo odiarte porque mi corazón no quiere dejar de quererte.
Hace el intento y es él quien juega con el verbo querer para confundirme y, al final, querer odiarte.