Nos guste o no todos nacemos con algo único dentro. Algo que nos define, que nos hace actuar en consecuencia; algo que no percibimos hasta que lo entendemos por completo. Algo que en un principio no aceptamos. Algo que consideramos tan malo como equivocados estamos al hacerlo. Algo que, a parte de ser nuestra esencia, es la esencia de todo aquello que creamos. Ese centro de tu pequeño Universo, ese tú tan tuyo y tan de todos.
Ese algo que te indica como ser, hablar, respirar, sentir y vivir; que te dice que vivas tu vida minuto a minuto para que entiendas en cada uno de ellos que no puedes mirar los toros desde la barrera, que debes acertar a equivocarte.
Que en la vida, cuanto más caemos, más fuertes nos hacemos.
Que en la vida, cuanto más caemos, más fuertes nos hacemos.
Una de las razones por las que leo tu blog, es porque siempre, siempre, ... siempre tus textos me han mucho pensas y recapacitas sobre si soy fiel a quién soy, y sobre si estoy aprobechando como soy y lo que tengo. Y este texto, deveria estar empapelando tooooooda la ciudad, solo por lo que me ha hecho recapacitar ... 'Solo'. La palabra más insignificante que conozco, y la que hace de algo grande como este texto, algo minúsculo y efímero. ¿Te imaginas a toda Barcelona leyendo tu texto? Parandose aunque tengan prisa para leer por curiosidad lo que pone; llegar tarde incluso a trabajar por pararse a pensar en lo que has puesto ... Seria justo, y estaría a la altura de tu talento.
ResponderEliminarQuizá algún día empapele Barcelona con plumas y letras.
ResponderEliminarGracias Meri, de verdad.