lunes, 23 de abril de 2012

Como Petrarca

Estaba tan enamorado que cuando escribió su autobiografía era el personaje secundario. Y releyendo se paró a pensar en que la única carta de amor que había recibido era el As de corazones. Y cuando la noche era más oscura cerca de la mañana comprendió que "o todas las flores tienen pétalos impares o de verdad no me quiere." Y se alegró de haber sido la única persona en disfrutar de la octava maravilla del mundo sin que ella tuviera constancia de ser Maravilla para él.

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