domingo, 20 de marzo de 2011

Entre estados, fotos y ciber-relaciones...

Quizá con solo leer el titulo os habéis dado cuenta de que estoy hablando. Sí señores, en esta entrada vamos a hablar de Facebook (click aquí para llegar a mi perfil).
Muchos de los que visitáis El Mar de la Escritura sois jóvenes así que sabéis que en esta red social existen paginas de las cuales puedes hacerte fan o, como ahora se dice, puedes darle a Me gusta.
Por lo general este tipo de paginas tienen un carácter violento como: Están volando hostias y se te está poniendo cara de aeropuerto; amoroso en exceso -de las cuales no quiero poner ningún ajemplo para que el caché y la dignidad de mi blog no decaigan- y a modo de manual para conocer el sexo opuesto como: Lenguaje femenino. Otras paginas están echas para gente que lleva la prepotencia por dentro y que solo lo muestra con cosas como: Usar palabras complicadas para confundir a la gente tonta o Calla humano insignificante. También hay paginas con chistes tontos que cuentas cuando te aburres en clase como: ¿Cómo maldice un pollito a otro pollito? ¡Caldito seas! o El DJ dice: ¡Bailemos todos sin cesar! Y Cesar se fue llorando... También, páginas de esas que te ayudan a reflexionar y que te hacen darte cuenta de cosas tontas como: Los consejos que te doy son errores que cometí o Cuando te decepciona una persona aunque la perdones, ya no es lo mismo. Otras que son verdades como puños como: Aunque la amistad se termine los secretos se llevan a la tumba o Yo también he sonreído cuando tenía que haberme cagado en tu puta madre. Y, después de todas, están las típicas como: Se me olvida el español and I star to talk in english o Ves una bolsa flotando en la playa y faltan piernas para correr pensando que es una medusa.
Y un día, como quien no quiere la cosa, encuentras una página que te rompe todos los esquemas, que te hace ver que no todo es en plan broma para hacerte reír y distraerte, sino para hacer saber a un amigo -seguramente usuario de Facebook- todo lo que sientes de manera indirecta:

-Mi amigo no volvió del campo de batalla, señor, solicito permiso para ir a buscarlo, -dijo un soldado a su teniente-.
-Permiso denegado soldado, -replicó su oficial- no quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente esté muerto
Entonces el soldado, ignorando la prohibición, salió y una hora más tarde regresó, mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso:
-¡Le dije que él estaba muerto! ¡Ahora perdí dos hombres! Dígame: ¿Valió la pena traer un cadáver?
Y el soldado moribundo respondió:
-Claro que sí, señor. Cuando lo encontré él aún estaba vivo y pudo decirme: ¡Estaba seguro de que vendrías!


PD; Seguramente no haga falta, pero esta entrada está dedicada a una persona muy especial para mi, a mi media naranja en lo que a amistad de refiere. A mi Single Ladie particular.

1 comentario:

  1. Creo que lo he visto lo del soldado, está muy bien.

    Lo que a mi me hizo gracia fue cuando leí "yo también creo que una ardilla podría cruzar españa saltando de gilipollas en gilipollas".

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